El coaching y el asunto de la rentabilización
Ya me gustaría pasarme las semanas viajando y colocando las fotos de ello en Instagram. De vez en cuando habría que menear un producto promocional delante del objetivo para ganarse la vida con ello. Desde luego me encantaría hacerlo. Pero el muro que supone mi aversión a toda esta maquinaria monetaria de las redes sociales es demasiado grande como para saltármelo.
Mi profesión actual, profesora de lenguas extranjeras, es muy gratificante y, como me han demostrado los últimos años, no se me da tampoco mal. Pero al ser la persona curiosa que soy, me desvivo por probar cosas y seguir aprendiendo. Esta no es la única razón por la que ahora me gustaría combinar los conocimientos que he adquirido en mi anterior experiencia profesional y vital con los de mi formación en coaching y ofrecer talleres, cursos y conversaciones individuales. En mi búsqueda de una manera de difundir esta oferta en la red, naturalmente me he encontrado con todo tipo de consejos y trucos inteligentes respecto a las estratégias de marketing exitosas.Y no me sirven porque precisamente no comprendo su razón de ser.
¿Es que no hay ninguna manera de ofrecer un servicio online sin echar mano de las estrategias de marketing comunes?
Hay tantos conceptos de venta en el mundo real, o sea analógico, que difieren entre sí y, sin embargo, siempre atraen a un determinado grupo de personas. ¿Por qué entonces en la red solo puede funcionar uno para todos? Desde hace algunos años, existen conceptos en la gastronomía o en el sector cultural en los que la gente paga lo que le parece justo por lo que ha consumido. ¿Puede funcionar también para los servicios de coaching?
Lo mismo pasa con el tipo de ofertas que uno puede encontrar en las páginas web de coaching: Los conceptos se repiten constantemente. Tengo la sospecha de que los ofertantes eligen siempre los mismos componentes de contenido porque son anunciados como prometedores por otros coaches supuestamente más experimentados. Obviamente funcionan para muchas personas. Sólo me pregunto, ¿Por qué es así?
Mi idea ideal sería crear contenidos de coaching de forma personalizada para las necesidades individuales de los clientes. Y mis clientes pueden ser cualquiera que esté insatisfecho con uno o varios aspectos de su vida tanto profesional como privada. Puedo ayudarles a encontrar los pequeños tornillos que sólo tienen que girar un poco para conseguir un cambio positivo. También puedo ayudar a las empresas a crear un ambiente de trabajo más positivo entre sus empleados o asesorarles en todas las cuestiones de interacción intercultural entre socios de cooperación alemanes y españoles. Pero,¿cómo puedo dar con la gente que esté dispuesta a contratar un servicio que no se anuncia con decenas de años de experiencia probada y no puede o no quiere referirse a 978K likes y seguidores?
Os agradecería que me mandaráis alguna que otra pista sobre cómo podría resolver este rompecabezas.