Difícil de ver es. Siempre en movimiento el futuro está. - Incluso los que no han visto La Guerra de las Galaxias saben que Yoda -el hombrecito verde con las orejas puntiagudas- imparte su sabiduría de esta forma algo retorcida. Pasa en el original y en las versiones traducidas de las películas. Nos suena incorrecto en nuestra lengua materna. Suele resultar difícil intuir cómo debe sonar la propia lengua a alguien que no la entiende o que la está aprendiendo, y generalmente se dice que el alemán suena áspero y antipático. Por un lado, esta impresión se debe a las peculiaridades de la pronunciación, como el endurecimiento del sonido final. Esto significa que las consonantes sonoras como la b, la d y la g son sordas al final de la palabra, por lo que en alemán Hund (perro) suena como Hunt, Hunde (perros) como Hunde; Berg (montaña) como Berk, Berge (montañas) como Berge y Dieb (ladrón) como Diep, Diebe como Diebe (ladrones). El acento de la palabra también pone lo suyo para que el alemán suene tan entrecortado y robótico. Otra razón de este efecto es que el alemán es una lengua de palabras y no de sílabas, como ya mencioné en "¿Qué ha dicho?“
Dicen que el irlandés Dylan Moran lo resumió así: El alemán suena como una máquina de escribir zampando papel de aluminio que alguien está triando por las escaleras del sótano.
Aunque esta comparación es todo menos bonita, se puede identificarse con ella de algún modo, incluso si se conoce el idioma, cosa que normalmente complica lo de entender cómo tiene que sonar para alguien que no lo conoce.
Resulta aún más difícil juzgar el efecto que debe de tener la estructura de una lengua a alguien que no la conoce (bien). Creo que el alemán suena mucho a Yoda. Todo parece algo torcido. Las reglas, aunque son muchas, son bastante claras en realidad y la más importante se aprende al principio de las clases de alemán: el verbo conjugado, siendo el rey de la frase, siempre está en posición dos en la frase principal, y al final en las subordinadas. Además, el alemán es una lengua sujeto-objeto-verbo y no una lengua sujeto-verbo-objeto como el inglés o las lenguas románicas, por ejemplo, lo que significa que las partes del verbo tienen que estar al final no sólo de la frase subordinada sino también de la principal.
Puede que no siempre se vea a la primera. Tomemos, por ejemplo, una frase corta como
Er will tanzen.
Parece igual que en inglés
He wants to dance.
...o en español:
Quiere bailar.
Pero en cuanto añadimos información adicional, notamos la diferencia:
Er will nicht mit ihr tanzen.
He doesn’t want to dance with her.
No quiere bailar con ella.
Así es que muchos idiomas proporcionan la información importante sobre el contenido directamente, pero en alemán lo normal es que hay que esperar al final de la frase para saber exactamente de qué se está hablando. Cuanto más largas sean las frases, más paciencia hay que tener. La cosa se pone curiosa del todo cuando ya no tenemos un verbo completo, sino sólo un añadido al verbo como an, ab, ein y así. Aunque sabemos por otras lenguas que los verbos cambian completamente su significado con pequeños añadidos, sigue siendo sorprendente que el elemento decisivo no aparezca hasta que no termine la frase del todo. En español, por ejemplo, gracias a una pequeña "a", se sabe inmediatamente si alguien manipula un interruptor de luz (Apaga la luz.) o salda la cuenta de electricidad (Paga la luz), mientras que en alemán hay que esperar al final de la frase para saber si alguien es agresivo o dispuesto a echar un cable: Ich schlage deinen Freund. (Pego a tu amigo). O Ich schlage deinen Freund (für die neue Stelle beim Chef) vor. (Le propongo a tu amigo (para el nuevo puesto con el jefe)).
Y ahí creo que está el quid de la cuestión porque a los oídos de muchos estudiantes el alemán tergiversado debe sonar.